CUANDO EL OBJETO DE DESEO SE CONVIERTE EN UNA INVERSIÓN
El automóvil, al igual que otros bienes de lujo, está desvinculado de las fluctuaciones de las tendencias financieras internacionales, dado que se considera un bien neutro en términos fiscales e inmune a la coyuntura económica, y suele tender al alza contrariamente a lo que sucede en otros mercados. Los automóviles de época son bienes materiales que se pueden conducir, exhibir y revender. Suponen una forma de gratificación incomparable para los apasionados que quieran sacarles rentabilidad además de poseerlos. El automóvil sigue siendo un bien de lujo, pero con la peculiaridad de que no pierde valor aunque se utilice; de hecho, su palmarés aumenta de forma significativa su cotización (pensemos, por ejemplo, en un coche que haya participado en una Mille Miglia [Mil Millas]).
CONOCEMOS BIEN EL VALOR DE LAS COSAS
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