Fundada en la segunda mitad de los años veinte, Ossa alcanzará el éxito a partir de 1949 con la fabricación del primer modelo 125 de 3 marchas. De 1965 y hasta finales de los años setenta, las motos de carrera Ossa se distinguieron como rápidas e infalibles y ganaron varias veces el Gran Premio de España y el Campeonato del Mundo.